Después de 9 horas de avión, hemos llegado a china. Para empezar tenemos dos anécdotas: Maigu (amigo y compañero de viaje) sangrando por la nariz nada más llegar; la otra es que perdí mi maleta temporalmente…

Empezemos: Maigu está bien, no le ha pasado nada. Después de muchas horas de viaje, con el aire seco del avión comenzó a sangrar por la nariz mientras dormía. Por suerte se dio cuenta pronto. Un susto y nada mas.
Mi equipaje perdido fue solo temporalmente. Llegamos con mucha prisa al avión debido al retraso del avión de Barcelona París. Este retraso nos obligo a correr por el aeropuerto de París llegando cuando cerraban la puerta de embarque. Por suerte nos dejaron pasar. Una vez dentro encontramos todos los maleteros llenos y tuvimos que dejarlo en el maletero de primera clase. Nos sentamos, cenamos, dormimos… Y por la mañana fuimos a coger la maleta y donde la dejamos no estaba. Después de mirar alrededores la maleta no estaba. Hable con uno de los tripulantes de cabina y le conté la situación. Pusieron todo patas arriba y la encontraron. Menos mal. Algún pasajero la había cambiado de sitio porque si. Bueno al final todo se solucionó por suerte.
Una vez en el aeropuerto de Pekín nos dimos cuenta que había muy poca información en inglés, así que decidimos seguir a la multitud y llegamos hasta el control de pasaportes y visados. Una vez pasado esto fuimos a recoger las maletas facturadas. Todo correcto y sin incidentes.

Bueno al fin llegamos a China! Una vez salimos de la terminal un par de personas nos comenzaron a preguntar por llevarnos en taxi, muy raro todo. Después descubrimos por que tenían tanto interés por llevarnos. Parecían tipo Uber pero sin licencias de nada. Después de un rato hablando con ellos decidimos coger un taxi de verdad con licencia y llegar tranquilos. El precio por km en Pekín es de 2.30 yuanes. Nuestro hotel estaba a unos 30km por lo que nos parecía asequible.

Ya en el taxi pudimos ver que no habían anclajes para los cinturones y que el taxista estaba escribiendo todo el rato en su móvil mediante we chat. Parece que aquí se utiliza mucho. Para nuestra sorpresa Whatsapp está totalmente bloqueado.

Por fin llegamos al hotel. Coste del taxi 77 yuanes. Una vez allí nos duchamos y salimos a dar una vuelta.

Decidimos ir al mercado Wangfujing. Ya habíamos leído sobre el y nos gusto lo que leímos. Fuimos dispuestos a comer bichos. Y así fue. Mi primera experiencia comiendo bichos ha sido hoy, en Pekín, y la verdad es que volvería a repetir.

Empezamos con cosas medio normales: bolitas fritas con pollo, verduras con huevo, rollitos de verdura, calamares en pinchos… Después llego el momento de lanzarse. Ahí estábamos nosotros y distintos tipos de bichos. Primero le llegó el turno a los escorpiones diminutos. Y vimos que nos gustó. Después comenzamos con unos bichos más gordos, parecían como grillos. Y para finalizar una larva de gusano gordo gordo. Éste último tenía un juguito un poco extraño pero también le hincamos el diente sin ascos. Todo fabuloso!! Merece la pena probarlo. Aquí os dejo las pruebas.

 

 

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